Enfermedades de la médula espinal
Enfermedades de la médula espinal
Las enfermedades de la médula espinal, tambén denominadas mielopatías, son un conjunto heterogéneo de procesos patológicos que la afectan de manera directa o indirecta. Si bien son poco frecuentes, conllevan graves secuelas que condicionan una elevada discapacidad.
Las mismas pueden ser:
-TUMORES
Un tumor medular es una masa o crecimiento de células anormales que se desarrolla en el interior de la médula espinal o en el recubrimiento de esta.
Puede afectar a células de la médula espinal, raíces nerviosas, meninges, vasos sanguíneos o huesos de la columna vertebral.
Un tumor medular benigno crece lentamente, tiene límites definidos y rara vez se propaga a órganos distantes. Si bien sus células no son malignas, pueden constituir una amenaza a la vida.
Un tumor medular maligno crece rápidamente, tiene límites irregulares y rara vez se propaga a otros órganos.
Causa:
No está clara la causa que los provoca, se cree que en algunos casos están asociados con síndromes hereditarios como la neurofibromatosis tipo 2 o enfermedad de Von Hippel-Lindau, y en otros por la exposición a ciertos químicos.
Síntomas:
Tanto los tumores benignos como malignos pueden causar a medida que crecen déficits bilaterales como dolor dorsal o radicular progresivo inexplicable o nocturno, menor sensibilidad al dolor en piernas y brazos y al calor o al frío; debilidad espástica, dificultad para caminar, atrofia muscular, pérdida de la función intestinal o vesical y a veces paraplejia.
Diagnóstico:
Se diagnostica mediante un examen físico y exploración neurológica.
Los estudios de diagnóstico por imágenes que pueden poner en evidencia esta patología son: resonancia magnética (RM) o de perfusión, tomografía axial computarizada (TAC) con mielografía, espectroscopía de resonancia magnética, tomografía por emisión de positrones (PET).
También es necesario realizar una biopsia, procedimiento para extraer una pequeña cantidad de células tumorales para que un patólogo las examine bajo un microscopio. Se puede tomar una biopsia como un procedimiento de diagnóstico o como parte de un procedimiento quirúrgico para extirpar el tumor.
Tratamiento:
Cirugía.
El objetivo del tratamiento de tumores que se someten a intervención quirúrgica es obtener una muestra de biopsia y determinar el tipo de tumor, extirparlo (tanto como se pueda), prevenir o tratar síntomas o posibles complicaciones como el daño a los nervios por la presión o compresión de la médula espinal.
La cirugía de estos tumores siempre reviste gran complejidad, pero contamos hoy en día con nuevas tecnologías que permiten en gran medida resecciones más completas con menor riesgo de secuelas.
-LESIONES VASCULARES
Malformación arteriovenosa (MAV) espinal.
Una MAV espinal es un enredo anormal benigno de vasos sanguíneos, donde hay una alineación incorrecta entre una arteria y una vena. Se ubican dentro o alrededor de la médula espinal, conformando un grupo heterogéneo de lesiones que pueden alterar la función de la médula espinal. Están presentes al nacer, pueden encontrarse desde los músculos paravertebrales hasta el interior de la médula espinal, siendo la mayoría extramedulares ubicados en la zona torácico lumbar posterior.
Pueden ser pequeñas y localizadas o afectar hasta el 50% de la médula.
Síntomas:
La mayoría no muestran síntomas hasta que se produce una hemorragia. Puede incluir dolor dorsal intenso y repentino, debilidad en piernas o brazos y parálisis.
Diagnóstico:
El diagnóstico consiste en un examen físico y exploración neurológica. Los estudios de diagnóstico por imágenes que pueden poner en evidencia esta patología, son la resonancia magnética (RM), angiografía por RM, arteriografía selectiva. En ocasiones, se utiliza la mielografía más la tomografía computada (TC) y ecografía-doppler.
Tratamiento:
Cirugía.
Si la función de la médula espinal se ve amenazada se opta por la cirugía.
-CAVERNOMA
Son malformaciones vasculares congénitas benignas, sólidas y de bajo flujo.
Pueden estar localizadas a nivel intradural o extradural, intra o extramedular.
Predominan en la columna torácica a nivel del cuerpo de la vértebra.
Síntomas:
Puede originar cefalea, dorsalgia, radiculopatía, paraparesia progresiva y/o paraplejia aguda por compresión del canal espinal; hemorragia subaracnoidea y convulsiones. Algunos casos pueden ser asintomáticos.
Diagnóstico:
Se procede al diagnóstico mediante un examen físico y exploración neurológica. Los estudios de diagnóstico por imágenes que pueden poner en evidencia esta patología son la resonancia magnética nuclear (RM) y la angiografía medular.
También es necesario realizar una biopsia para extraer una pequeña cantidad de células tumorales y que un patólogo las examine bajo un microscopio. Se puede tomar una biopsia como un procedimiento de diagnóstico o como parte de un procedimiento quirúrgico para extirpar el cavernoma.
Existen diagnósticos diferenciales que incluyen a los neurinomas, meningiomas, linfomas, metástasis y discos extruidos.
Tratamiento:
Muchos de los cavernomas son controlados en consultorio, pero otros deben ser operados cuando son sintomáticos, dependiendo de la historia clínica (antecedentes, edad, síntomas, examen neurológico), de su tamaño y localización.
-MALFORMACION VENOSA
Es un grupo anormal de venas agrandadas que se asemejan a los radios de una rueda sin arterias de alimentación, rara vez sangra y generalmente no se trata.
-INFARTO MEDULAR
Por lo general se debe a la lesión de una arteria nutricia extravertebral o de la aorta.
Síntomas:
Dolor dorsal intenso y súbito, con opresión que irradia circunferencialmente, debilidad flácida bilateral progresiva de piernas y brazos y pérdida de sensibilidad al frío y/o calor.
Diagnóstico:
Se llega a un diagnóstico mediante un examen físico y exploración neurológica. Los estudios de de diagnóstico por imágenes que pueden poner en evidencia esta patología son la resonancia magnética (RM), la mielografía por tomografía computada (TC).
Tratamiento:
Por lo general es sintomático.
-CAVIDAD SIRINGOMIELICA
La cavidad siringomielica es un espacio en el centro de la médula espinal.
Síntomas:
Suelen comenzar de forma insidiosa entre la adolescencia y los 45 años, incluyen la debilidad flácida de las manos y los brazos y déficits de la sensibilidad termoalgésica en la zona dorsal y en el cuello.
Diagnóstico:
Examen físico y exploración neurológica. Estudio de diagnóstico por imágenes que pueden poner en evidencia esta patología es la Resonancia Magnética (RM)
Tratamiento:
Para esta patología se realiza un procedimiento quirúrgico de descompresión para drenar la cavidad o abrir de otro modo el flujo de líquido cefalorraquídeo, y se corrigen los posibles problemas subyacentes (cicatrices posoperatorias, tumores espinales, etc.).