Laringitis

La laringitis es una inflamación de las cuerdas vocales.

Las cuerdas vocales normalmente se abren y cierran para generar la voz con un movimiento lento y constante. Cuando una persona tiene laringitis, sus cuerdas vocales están inflamadas. Esto cambia la forma en que el aire se mueve a través de la garganta.

Este cambio en el flujo de aire conduce a una distorsión de los sonidos producidos por las cuerdas vocales. Las personas con laringitis suelen tener una voz ronca, grave o demasiado baja que es difícil de oír con claridad.

En la laringitis crónica, la inflamación es continua. Las cuerdas vocales pueden tensarse y desarrollar crecimientos, como pólipos o nódulos.

La laringitis puede causar una amplia gama de síntomas en adultos, entre ellos:

-Ronquera.

-Dificultad para hablar.

-Dolor de garganta.

-Fiebre baja.

-Tos persistente.

-Carraspeo frecuente.

Estos síntomas comienzan repentinamente y suelen volverse más severos durante los siguientes 2 a 3 días. Si los síntomas duran más de 3 semanas, es probable que el caso se haya vuelto crónico. Esto sugiere una causa subyacente más seria que merece más investigación.

La laringitis suele estar relacionada con otras enfermedades. Afecciones como la amigdalitis, una infección de garganta, un resfriado o la gripe pueden ocurrir junto con un caso de laringitis, y también pueden presentarse los siguientes síntomas:

-Dolor de cabeza.

-Inflamación en las glándulas.

-Secreción nasal.

-Dolor al tragar.

-Fatiga y malestar.

Es probable que los síntomas desaparezcan sin tratamiento al séptimo día de la infección o antes. Consulta a un médico si los síntomas persisten por más tiempo o se presentan más seriamente.

Los síntomas de la laringitis en los niños pueden ser diferentes de los síntomas en los adultos. La afección suele caracterizarse por ronquera, tos seca y fiebre.

Se recomienda atención médica para los niños que experimenten alguno de los siguientes síntomas:

-Dificultad para respirar o tragar.

-Fiebre de más de 103°F o 39.4°C.

-Salivación.

-Sonidos fuertes y agudos al inhalar.

Son varias las afecciones que pueden causar laringitis. Las formas agudas y crónicas de laringitis suelen ser el resultado de diferentes factores.

Los médicos suelen diagnosticar la laringitis con un examen físico que evalúa los oídos, la nariz, la garganta y la voz. En la mayoría de los casos, no se requieren exámenes adicionales.

El síntoma más común de la afección es la ronquera, por lo que un médico escuchará la voz de la persona con laringitis. También puede hacer preguntas sobre el estilo de vida, la posible exposición a irritantes en el aire y otras enfermedades relacionadas.

Otras afecciones pueden causar ronquera crónica, como un cáncer en el área de la garganta. Este síntoma requerirá pruebas de seguimiento para descartar una enfermedad más grave.

Se puede usar un laringoscopio para observar el movimiento de las cuerdas vocales cuando están funcionando y determinar la presencia de pólipos o nódulos en las cuerdas vocales. Se puede realizar una biopsia si un área sospechosa de tejido requiere una evaluación adicional.

Cualquier persona con síntomas que duren más de 2 semanas debe consultar a su médico. En algunos casos, un médico puede derivar a la persona con laringitis a un otorrinolaringólogo, también conocido como especialista en oído, nariz y garganta (ENT, en inglés).

Los casos de laringitis aguda suelen tratarse mejor con reposo, remedios caseros y medidas de cuidado personal que puedan aliviar los síntomas.

Los médicos normalmente recomiendan reposo para controlar los síntomas de la laringitis.

En el caso de la laringitis, descansar significa limitar el uso de la laringe. Es necesario evitar hablar, cantar o usar la caja laríngea. Aunque susurrar puede parecer una alternativa más suave a hablar a un volumen normal, requiere que las cuerdas vocales estén bien estiradas, lo que dificulta su recuperación. También se debe evitar susurrar.

Pueden tomarse una serie de medidas para limitar la sequedad y la irritación de las cuerdas vocales.

Los siguientes pasos pueden ayudar a reducir el riesgo de laringitis:

-Evita aclarar la garganta.

-Toma medidas para prevenir las infecciones de las vías respiratorias superiores, como mantener buena higiene y evitar el contacto con personas que tienen infecciones contagiosas.

-Deja de fumar y evita el humo de segunda mano siempre que sea posible.

-Limita o elimina el consumo de alcohol y cafeína, ya que pueden aumentar el riesgo de deshidratación.

La laringitis puede ser incómoda, pero es fácil de controlar y, a menudo, de corta duración.

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